viernes, 25 de octubre de 2019

Comentarios del libro "El insulto en la política ecuatoriana"


Por Rafael Montalván. Especialista en lengua y literatura

El diccionario de la lengua española define al libelo como “escrito en que se denigra o infama a alguien o algo”. A nuestro Juan Montalvo se lo considera libelista por la vehemencia de algunos de sus textos de carácter panfletario. Los políticos ecuatorianos pretendieron emularlo sin éxito, empero sembraron una estela de violencia verbal que se puede leer en los archivos de la prensa y demás medios de comunicación. Hacia allá fijó su visión escrutadora el investigador y periodista César Burgos Flor para ofrecernos el folleto:” El insulto en la política ecuatoriana”, donde recoge frases, epítetos y diatribas cuya finalidad de sus autores era denostar a adversarios ideológicos o rivales políticos.
El insulto en la política ecuatoriana - César Burgos Flor


                               En la selección, partiendo del propio Montalvo son citados también García Moreno, Rocafuerte, Velasco Ibarra, Guevara Moreno, Ponce Enríquez y Assad Bucaram, hasta Rafael Correa y Guillermo Lasso, inclusive, 17 personajes del escenario político nacional que hicieron polémicas en sus contextos. “Abogadillos sin conciencia, mentes ratoniles, comunistas de cafetín” (Velasco Ibarra), “La historia no existe es pura falsificación (Carlos Julio Arosemena), “El lumpen, prostitutas, marihuaneros y ladrones votaron por Abdalá Bucaram” (León Febres Cordero), “El doctor Hurtado que fue presidente ocasional, puede que mande en su casa, pero no en el país” (Rodrigo Borja), “Votar por mí será como tirar excremento en el club de La Unión” (Abdalá Bucaram), “Osvaldo Hurtado es un cadáver insepulto” (Rafael Correa), en fin, son expresiones que tuvieron resonancia en su momento y que  hoy Burgos Flor las recuerda en una publicación que tiene una sentencia: “Por sus frases os conoceréis”.
                                       Diario Súper, 2 de octubre del 219.

A FUEGO LENTO
El insulto y la sátira entre nuestros políticos
Por Fernando Cazón Vera

El insulto y el elogio son las antípodas que se utilizan cuando alguien quiere referirse a otra persona a quien considera amigo del alma o un sujeto despreciable. Y en la política nacional se han utilizado más frases en contra que las a favor.

Un viejo periodista guayaco, César Burgos Flor, acaba de publicar una original obra al respecto que titula: ”El insulto en la política ecuatoriana”. Y cita como ejemplos a 17 ciudadanos que van desde Rocafuerte y García Moreno hasta Don Buca y Rafael Vicente.

Así Rocafuerte, nuestro segundo presidente de la República al referirse a su exsocio político, J. J. Flores dijo: “Disoluto, hijo espúreo del Ecuador”. Y don Gabriel señaló que “Urvina es un monstruo que hasta al patíbulo infamaría”. Juan Montalvo expresó que Veintimilla era “un excremento de García Moreno”.
Ya en el siglo XX Velasco Ibarra usó los términos: “abogadillos sin conciencia, mentes ratoniles, comunistas de cafetín”. Y a su vez Camilo Ponce se refirió a su anterior líder (de quien fue su ministro y a quien le debió la presidencia) como “un Matusalén político”. Carlos Julio, a su vez, calificó a un legislador como “catador de urinarios”. Y Febres Cordero al referirse a Osvaldo Hurtado lo calificó de sociólogo vago”. Finalmente, Correa calificó a nuestros embajadores como “vulgares momias cocteleras”.

                    Diario Extra, 30 de noviembre de 2018.

Esta obra se la puede adquirir en la isla de libros del Centro Comercial Alban Borja y en el Bazar Crystal de Héctor Vásquez en Pedro Carbo 731 y Ballén. Pedidos al autor: 0997694787.

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