viernes, 4 de diciembre de 2020

Políticos herederos de la bicicleta de Eusebio

 


Ciertos políticos ecuatorianos nos han traído a la memoria el recuerdo del infatigable y pintoresco personaje, Eusebio Macías Suárez, que recorrió las calles del Ecuador en una bicicleta, con el sueño de llegar a la presidencia de la República; pero solamente logró después de tanto bregar que lo eligieran concejal de Guayaquil en 1957.  

Los políticos actuales usan bicicletas y motocicletas, solo falta que a uno se le ocurra andar en patineta, por aquello de que “no solo hay que serlo, sino parecerlo”. Quieren que reconozcan que no tienen dinero para andar en lujosos carros, como los de la derecha. Desean identificarse con el pueblo llano para lograr votos que los llevarían al poder.

Muchos no tomamos en serio a los políticos por sus apariencias con las que nos quieren convencer, sean de izquierda o derecha, sino por los conocimientos que tengan acerca de los problemas y realidades del país para darle solución en favor del bien común. Necesitamos un gobernante que nos dé seguridad económica. El trabajo es fuente de prosperidad. La población desempleada pasó de 300.000 a más de un millón. Qué fuentes de trabajo ofrecen los candidatos, como combatirán la corrupción, delincuencia, el tráfico de drogas. Cómo van a mejorar la pésima educación fiscal y la atención de la salud en el IESS y hospitales públicos. Aceptemos programas que sean realizables; verdades y no apariencias.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Por qué desear la muerte de los ancianos

 


Muchos personajes mundiales han deseado la muerte de los viejos en estos tiempos de coronavirus; entre otros, Christine Legarde: “Los ancianos viven demasiado, lo cual es un riesgo para la economía mundial”. Y como complemento de este “lapsus brutus”, Shinzo Abe, ex primer ministro de Japón sentenció: “(…) el problema no se resolverá a menos que ustedes, los ancianos, se den prisa en morir”.

A los ancianos cuando se los requiere, por sus experiencias “soplan”: al loco Hitler le ganaron tres ancianos: el paralítico presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt en la segunda guerra mundial; el dictador de Rusia, Joseph Stalin; y el gran primer ministro de Inglaterra, Wiston Churchil. Los ancianos no están muertos antes de morir. Julio César Trujillo falleció a los 88 años cuando ejercía la presidencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, transitorio; luchó por la constitucionalidad del Ecuador. Muchos médicos de la tercera edad, 65 años, dieron sus excelentes servicios durante la pandemia.

El artículo 1 de la Constitución conceptúa al Ecuador como “un Estado constitucional de derechos y de justicia social”, sin distingos de edad. Es prohibida la discriminación. Además, la Constitución garantiza al adulto mayor trabajo remunerado de acuerdo con sus capacidades y limitaciones, lo que nadie cumple.

Es inhumano afirmar que los adultos mayores tienen que morir para que el Estado Viva, es decir no deba pagar sus pensiones jubilares ni subvencionar sus gastos médicos, pues los ancianos han aportado económicamente durante 30 y más de 40 años; lo que ha sucedido es que los gobiernos han prestado dinero al IESS y no han pagado, así como han colocado en estas instituciones a pillos que se han alzado con el santo y la limosna.

martes, 1 de diciembre de 2020

Clemente Yerovi Indaburu gobernó con “las maletas hechas” (1904-1981)

Clemente Yerovi

Colocó una maleta en la puerta del despacho. Cuando le iban a pedir algo decía: “¿Ven esa maleta? Yo me voy. A mí me pidieron que viniera, yo no pedí venir, si no me dejan trabajar me voy”. Gobernó con la maleta hecha. Manifestaba de sí mismo, con jovialidad, que era campesino y que su saber era muchas veces el del pueblo. No se dejaba ilusionar fácilmente, pero tenía fe en las virtudes de las personas.

Caída la Junta Militar (1963-1966), las Fuerzas Armadas, convocaron a una reunión de notables, entre ellos a los expresidentes Isidro Ayora, Galo Plaza y Camilo Ponce. En esa reunión se resolvió designar presidente interino a Clemente Yerovi Indaburu. Ejerció el poder supremo de la República desde el 30 de marzo al 16 de noviembre de 1966, y a todos nos consta que pese a estar investido de aquellos poderes supremos, fue uno de los gobernantes más respetuosos de la ley y el derecho de los ciudadanos.

Elevó la reserva monetaria de los 295 a los 700 millones de sucres. Estimuló grandes obras públicas como el puente sobre el río Guayas, Rafael Mendoza Avilés.

“Gobernó con elevación, serenidad y probada competencia, por manera que, en poco tiempo, logró enderezar la economía nacional, deteriorada por anteriores desaciertos (…). Desafortunadamente la administración de Yerovi fue corta, pues habría de cumplir el encargo que se le había hecho: convocar a Congreso Constituyente, y devolver a él los poderes recibidos de las Fuerzas Armadas solo para restablecer la legalidad”, escribió justicieramente el historiador Alfredo Pareja Diezcanseco.

Políticos herederos de la bicicleta de Eusebio

  Ciertos políticos ecuatorianos nos han traído a la memoria el recuerdo del infatigable y pintoresco personaje, Eusebio Macías Suárez, que ...