miércoles, 29 de enero de 2020

Controversia: El nombre de Bolívar u Olmedo en el malecón

Olmedo y Bolívar

Bolívar y Olmedo fueron dos grandes hombres amantes de la libertad. Bolívar respetó el genio de Olmedo. Nuestro mayor poeta neorromántico de América inmortalizó al Libertador con La victoria de Junín, canto a Bolívar. Al héroe no le faltó el poeta.

Pasado el tiempo, en el Ecuador surgieron bolivaristas, sanmartinianos, olmedianos, los partidarios del guayaquileño lograron cambiar el nombre del aeropuerto Simón Bolívar por el de José Joaquín de Olmedo. Ahora anhelan hacer lo mismo con el malecón Simón Bolívar; el debate se ha encendido porque a Bolívar le señalan más sus errores que sus aciertos. 

Ante esta controversia histórica, citamos las frases del Apóstol de la libertad de Cuba, José Martí, cuando se refería a Bolívar, de Venezuela; San Martín, de Argentina; Hidalgo, de México: “Se les deben perdonar sus errores, porque el bien que hicieron fue más grande que sus faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema, con la misma luz que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz”. 

Vale citar también lo que escribió el historiador Carlos Fisas: “Los españoles, descendientes de aquellos que lucharon contra él (Bolívar) con las armas en la mano, hemos de reconocer la gran talla de aquel hombre que supo, con las armas también en la mano, con su extraordinaria estrategia militar (...) soñar con una Gran Colombia que, desgraciadamente, se fraccionó en forma irreparable. Lo que hubiera podido ser una federación que hubiese podido llevar con orgullo el nombre que ostenta otra nación: Estados Unidos de América”.

Por haber intervenido Olmedo en el negocio de esclavos no deja de ser nuestro prócer de la independencia y gran poeta, ese fue su tiempo y su circunstancia. Leamos esta carta que le envió a su cuñado Francisco Icaza Silva, el 25 de marzo de 1842: “También piense usted en que a pesar de la experiencia que tengo, de que todo negocio con el gran compañero me sale mal, no he podido excusar en uno sobre una partida de esclavos que debe venir de Barbacoas”. (Luis Noboa Icaza. estudios sobre Olmedo. Página 102. Junta Cívica de Guayaquil. 1973). 

Los historiadores desapasionados, sin rencor ni afición, por historia y justicia, deben examinar las actuaciones malas y buenas de los personajes en sus tiempos y circunstancias, para ver cuál pesa más porque la historia como decía Martí “no es una propaganda ni una excitación”.

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