Se debate actualmente, si la educación básica y media del país debe volver a los bachilleratos con especializaciones o debe continuar con el bachillerato unificado.
En la década del 60 las especializaciones se deban en el sexto curso: filosófico – sociales, químico – biólogos y físico – matemáticos. Desde el cuarto curso algunos alumnos se molestaban porque no les agradaban las ciencias exactas, sino las sociales. Querían llegar pronto al sexo curso porque las matemáticas eran enseñadas de manera general. Ingresaban a la universidad con pruebas de conocimientos, lo cual no quiere decir que las aptitudes no son importantes; también había excelentes colegios de comercio, por ejemplo, el José Andrés Mateus, el Mercantil, el Francisco de Orellana, donde se formaron los mejores contadores.
Los colegios fiscales eran prestigiosos por su disciplina y destacados maestros, tal es así que estos eran delegados a tomar exámenes finales en los particulares por orden del Ministerio de Educación.
Luego vino la división en ciclo básico que contenía los tres primeros cursos y el diversificado los tres últimos, con las especializaciones citadas, lo cual satisfizo a los alumnos por que no debían estudiar a fondo asignaturas que no eran de su especialización.
La innovación de unir a las especializaciones químico – biológicas y físico – matemáticas no agradó a los de la primera porque consideraban que no iban a estudiar ingeniería.
Según esta interpretación los alumnos han preferido las especializaciones; es necesario escucharlos. Estamos de acuerdo con quienes proponen retomar el bachillerato por especializaciones porque orientan a una carrera profesional, pero deben preparar también para la vida, tomar en cuenta los desempeños, las habilidades.
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