Mi padre solía escribirme
cartas que dejaba encima de mi escritorio. Recuerdo esta última que quiero
compartir: “Siempre oro por ti para que te vaya bien en el trabajo, con tu
familia y amistades. No olvides que nadie se pierde, si transita por el camino
recto. Se te presentarán tentaciones de toda clase, pero quien resiste sale
ileso. Ora para que el Diablo no entre en ti, pues él domina al mundo. Aléjate
de las personas negativas porque destilan veneno. Saluda sonriendo, así das
alegría y no tristeza.
En el trabajo mantente firme, cumple con tu deber, nadie respeta a un debilucho e irresponsable. Ayuda a los que puedas, ya que los seres humanos poseemos defectos y cometemos errores, a veces sin ánimo de causar mal.
Imposible que no encuentres tropiezos. Confronta sin ofender, no tomes represalias ni etiquetes con tus juicios negativamente a las personas. Cuando salgas de casa encomiéndate a Dios y cuando regreses da gracias porque llegas sano y salvo. Siempre estaré orgulloso de que Dios me haya permitido ser tu padre”.
Padres, anímense a escribir hoy una carta que salga desde el fondo de sus corazones a sus hijos; puede ser el regalo más grande que ellos reciban, como para mí lo fue.
YO Tambien tuve la suerte de que me tocara un PADRE EXTRAORDINARIO HONESTO TRABAJADOR, RECTO, siempre le gustaron las cosas correctas, fue un padre amoroso, consentidor, exigente para los estudios, y a razon de su pedido de que me haga ABOGADA, lo escuche y me forme profesionalmente logrando concluir mis estudios universitarios, que gusto que pudo verme con la investidura de abogada, COMO TE EXTRANO PAPA, UN ABRAZO Y BESO HASTA EL CIELO.
ResponderBorrarGracias por el comentario, buena reflexión acerca de la labor de tu padre que hizo que fueras una excelente profesional y buena hija.
Borrar