Siempre ha habido corrupción en
el Ecuador, pero ahora hemos llegado al límite; por donde quiera que van los
políticos que ocupan cargos públicos, va el escándalo con ellos, la asociación
para delinquir, el truquito y la maroma. Antes se decía que delinquían los de
abajo, de las clases populares, más que los de arriba, es decir los políticos
que están en cargos importantes; pero es alarmante y preocupante saber que
sesenta asambleístas, mal llamados padres de la patria, poseen causas
pendientes en la Fiscalía, Contraloría y Cortes.
El candidato presidencial Lasso
ha manifestado que el presidente Moreno debe responder por sus empresas en
paraísos fiscales, porque el problema no es dónde tienes el dinero, sino de dónde
sacaste el dinero para tenerlo en el Ecuador o China. La fiscal Diana Salazar
respondió anteriormente a un periodista que ella investiga acerca de los INA
Papers.
Si en los ministerios siguen
enquistada las mafias delictivas desde hace tiempo, por qué Moreno no ha
nombrado a ciudadanos independientes y probos, que sí lo hay, en reemplazo de
los saqueadores. Estos en el IESS están a punto de llevarlo a la quiebra, pero
el gobierno que es el mayor deudor se declara sordo y mudo. El Parlamento
Laboral, la Confederación de Servidores Públicos y la Coordinadora Campesina
presentaron una demanda de incumplimiento a una sentencia de la Corte
Constitucional para que el régimen nacional cancele el 40% del Fondo de
Pensiones del IESS.
Debemos seguir denunciando la
corrupción y exigiendo sentencias para quienes van a los cargos públicos a
robar; que la degradación moral que vive el país no nos venza, luchemos contra
el desorden y el desgobierno.
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