Existieron personas muy pobres
que se convirtieron en ricos porque no les importó trabajar en los que fuera:
vender revistas, loterías, estampillas, pastas de diente, alfileres, lápices,
cintas de colores, peines, etc. como el guayaquileño Luis Noboa Naranjo (1916
-1994), huérfano de padre a los 11 años de edad, a quien su madre Zoila le
enseñó a laborar fuerte.
Luis Noboa Naranjo |
Nació para los negocios porque
poseyó visión y fe para ellos, no le gustó ejercer cargos en empresas ni en
gobiernos; creaba fuentes de trabajo para sus compatriotas en fábricas, naves,
empacadoras, cañaverales, trapiches, molinos, harineras, haciendas bananeras.
Conquistó el mercado
internacional con riesgo, organización, técnica, sapiencia; hombre como él
construyeron la economía nacional.
Seres humanos como él se
necesitan en estos preocupantes tiempos de desempleo y subempleo en que se
necesita reconstruir la economía nacional y se habla de gran impulso a las
alianzas, eliminar el anticipo de impuesto a la renta, menores cargas
tributarias para las empresas, eliminar la ley de plusvalía, aranceles para
proteger a la industria nacional, no crear más cargos públicos innecesarios, no
construir más obras, sino dar mantenimiento a las actuales.
Si no hay producción, trabajo,
combate a la corrupción el pueblo será presa fácil de los políticos populistas
que volverán a convencerlo y muestra historia triste se repetirá.
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