Carlos Rubira Infante |
Los guayaquileños tenemos estirpe
de indígenas bravíos como los chonos y huancavilcas. Nuestra ciudad nació
luchando y triunfó sobre las adversidades. Superó la devastación de los
incendios, la voracidad de los piratas, la crueldad de la fiebre amarilla… Como
Ave Fénix surgió de sus propias cenizas.
Fuimos los primeros en
independizarnos el 9 de Octubre de 1820 y solidarios, como siempre, nuestros
héroes con José Joaquín de Olmedo a la cabeza formaron la División Protectora
de Quito para ayudar a libertar al resto de lo que hoy es el Ecuador, contribuimos
con hombres, armas y dinero; entonces triunfamos el 24 de Mayo de 1822,
alcanzamos la ansiada libertad.
Somos gente de coraje y trabajo,
no está en nuestra naturaleza ser regionalistas, mezquinos, individualistas.
Disciplinados y unidos saldremos de esta pandemia mundial porque somos
guerreros de mil adversidades; veremos a nuestra bienamada ciudad de Guayaquil “radiante
y soberana como la luz del día”, como siempre.
Como somos bien nacidos, somos
agradecidos con nuestros héroes modernos que nos ayudan a no sucumbir: médicos
y paramédicos que día tras día arriesgan la vida por nuestra salud, así como también
con las autoridades civiles: alcaldesa, prefecto, gobernador, personas de acción
perseverante; con los policías y militares, con los humildes trabajadores
municipales que asean las calles, con los empresarios generosos, periodistas,
empleados de farmacias y supermercados.
La vida es lucha, la obediencia
de las normas de salud y la ley son nuestra salvaguarda.
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