Los miserables en el IESS siempre
han existido, pero ahora son más miserables aún porque en los tiempos de la
peor pandemia que nos ha azotado se los investiga por “presuntos” peculados,
cuando han realizado compras con sobreprecios. Son los peores ecuatorianos,
locos por el dinero fácil, los mismos actores del gobierno anterior con las
caretas del actual régimen inepto; donde quieran que van, aparece el escándalo
tanto en delitos penales como en desorganización.
El IESS debe cambiar para que los
afiliados vivamos en paz; este Gobierno irresponsable está en la obligación de
nombrar en esa corrupta institución a los ciudadanos honrados para que ocupen
esos cargos, pues sí hay gente honorable fuera de los partidos políticos cuestionados
por su mal proceder. Gracias a Dios que
la honrada fiscal general, Diana Salazar, ya está en Guayaquil para después de exhaustivas
investigaciones acusar a los atracadores miserables del IESS.
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