Dice un amigo enfermo afectado seriamente por el cáncer que no recibe medicamentos del IESS, porque simplemente le informan que no hay, que se siente como un condenado a muerte, pues mientras la entrega demora puede fallecer. Algunos jubilados y afiliados con enfermedades catastróficas han fallecido durante esta larga espera, según manifiestan los dirigentes de sus asociaciones.
Antes de la
pandemia, había en el IESS una médica que visitaba a los adultos mayores,
mediante solicitud de consulta general, para derivarlos a especialistas en enfermedades
catastróficas u otras; hoy está suspendido este servicio. De tal suerte que los
enfermos sin medicina se van empeorando poco a poco.
Parece mentira,
pero ciertos médicos que atienden a pacientes, no contagiados por el COVID-19,
recomiendan a estos no concurrir al hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS
de Guayaquil porque pueden contagiarse. Se deduce que en los hospitales del IESS
no existe la seguridad de no contagiarse. Hay mucho temor en los pacientes que
tienen que arriesgarse para tomar la decisión de asistir.
Los préstamos
quirografarios, además, están suspendidos; lo cual también constituye una desgracia
para los que tienen enfermedades catastróficas porque con este dinero suelen ayudarse
a comprar las medicinas que el IESS no proporciona porque no consta en la
lista. Muchas de estas observaciones ya han sido hechas, pero el Gobierno
deudor del IESS no escucha, no paga ni siquiera una parte de lo que debe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario