viernes, 2 de octubre de 2020

Ana Villamil (1852-1916) le puso música a la Canción del 9 de Octubre, de José Joaquín de Olmedo

Desde niña se identificó con el arte musical. El piano fue su predilección. Estudió a los grandes maestros. Recibió lecciones de piano, entre 1864 y 1867, del maestro y concertista francés Antonio Neumane, compositor de la música del Himno Nacional del Ecuador, director de óperas, coros y bandas militares.

Intervino en las misas de réquiem, bodas y otros actos religiosos en las iglesias La Merced, San Francisco, El Sagrario y la Catedral, con interpretaciones de música sagrada de Wagner, Mozart, Schubert; del ecuatoriano Ascencio de Panta.

Para los niños de las escuelas compuso la Canción al 9 de Octubre -cuya letra es del ilustre poeta guayaquileño José Joaquín de Olmedo y Maruri- que alcanzó popularidad mucho antes de que la Municipalidad decidiera reconocerla oficialmente como el Himno al 9 de Octubre.La Municipalidad aprobó la canción el lunes 8 de julio de 1918, dos años después de la muerte de la pianista. El 25 de julio de 1966 la Municipalidad confirmó esta ordenanza. La interpretación de la Canción al 9 de Octubre es obligatoria en actos solemnes de la institución y en las fiestas patrias.

Isabel Ana Villamil Icaza, estos eran sus nombres completos, murió soltera en su ciudad natal Guayaquil, el 28 de octubre de 1916, a los 64 años de edad, en la casa situada en 10 de Agosto 419 y Chimborazo, esquina. En el lugar existe una placa que puso en 1970 el Consejo Scout, de Guayaquil. En la acera de al frente en la esquina del parque Centenario, el Municipio le construyó una estatua donde está sentada tocando el piano.La bóveda No. 303, de Ana Villamil Icaza, se encuentra en el Cementerio General de Guayaquil, muy cerca a la del héroe José de Villamil, abuelo y padrino de la artista.

Para el profesor Hugo Delgado Cepeda “en la estrofa de la Canción al 9 de Octubre logró Olmedo resumir la gloria y hazaña del pueblo guayaquileño en 1820. Dio a entender el heroísmo, el esfuerzo y el sacrificio, y hace que nuestro pecho se desborde con el fuego sagrado del patriotismo”. Un colegio fiscal y una calle tienen el nombre de Ana Villamil Icaza.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Políticos herederos de la bicicleta de Eusebio

  Ciertos políticos ecuatorianos nos han traído a la memoria el recuerdo del infatigable y pintoresco personaje, Eusebio Macías Suárez, que ...