En estos 200 años de independencia ha habido gente mala: funcionarios públicos corruptos, así como también asambleístas, vicepresidentes… pero también gente honrada, trabajadora, que donaron dinero para los más necesitados, es decir filántropos; quienes amaron al género humano.
El Instituto Calderón Ayluardo estaba bajo la inspección de
la Beneficencia Municipal de Guayaquil y la dirección de las Hermanas de la
Caridad, para señoritas pobres y huérfanas. Comenzó a edificarse en el barrio
del Astillero en 1898. La dama Mercedes Calderón de Ayluardo ejecutó un valioso
legado de dos casas y una hacienda para que se construyera el Instituto.
Hospicio Corazón de Jesús |
Manuel Galecio fundó una Casa de Huérfanos y contribuyó con
una fuerte suma de dinero al Hospital Corazón de Jesús; Baltazara Calderón de
Rocafuerte por intermedio de un testamento dejó de una de sus haciendas para
escuelas y obras de beneficencia; María Natividad Murillo mandó a construir el
Convento de San Francisco y lo obsequió a esta comunidad.
¡Qué médicos los de antes!... Manuel Antonio Muirragui daba
consultas gratis a los pobres y les obsequiaba dinero para que compraran
medicinas y alimentos; hasta el año pasado el doctor Morales Paredes también procedía
así. Eran médicos altruistas y no corruptos como algunos de IESS que
intervinieron en compras con sobreprecios en tiempos de pandemia.
Parque Seminario en 1898 |
El parque Seminario fue inaugurado el 24 de julio de 1895,
día del natalicio del Libertador Simón Bolívar, después de esa fecha se lo llamó
Seminario en agradecimiento a su benefactor Miguel Seminario, quién construyó
al Municipio de Guayaquil el parque con sus ornamentos, rejas perimetrales, glorieta,
laguna, bancas y faroles. Fue inicialmente la Plaza Mayor y es el más antiguo. Después
de la última década del siglo XX, las iguanas le dieron una nueva característica.
Parque Seminiario en el 2020 |
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